Parece que es difícil innovar en sectores muy maduros o que a priori ofrecen menor valor añadido (commoditys). Para pensar como lo podemos hacer bien, tal vez hay que convencerse de que por simple que sea lo que uno ofrezca, nuestro producto o servicio no es un commodity. Un producto o servicio maduro debe ser cuestionado de la misma manera que lo podemos hacer con un nuevo negocio de internet, o como uno diseñado con mucha tecnología. Siempre es positivo plantearnos con creatividad las preguntas más sencillas, sobre cómo se está ofreciendo el servicio, por qué se ha hecho así siempre, etc.
Por ello, es interesante observar los productos y servicios que se están ofreciendo en otros sectores también maduros. Así, según algunos informes, observamos como el mercado del agua puede superar al resto de la economía mundial en los próximos años. Aquí hacemos referencia a una pequeña muestra del sector del agua con ejemplos innovadores en productos y servicios.
AUARA es un agua mineral natural embotellada con mineralización débil y baja en sodio, proveniente del manantial Carrizal II en León. Esta es la definición técnica de un producto que ofrece mucho más y otorga un valor esencial al “oro azul” del siglo XXI. Su extracción de los acuíferos y manantiales se controla de forma estricta, comprobando la reposición natural del agua para evitar el agotamiento de los recursos naturales.
AUARA nace en 2015 de la mano de tres jóvenes emprendedores españoles curtidos en su experiencia en ONGS y con un bagaje profesional altamente cualificado para crear una empresa social 100% solidaria. La empresa destina el 100% de los dividendos que genera a proyectos sociales que tienen el agua como base en lugares de pobreza. Además, como empresa social posee muchos otros valores esenciales de responsabilidad, no sólo social, sino también medioambiental. AUARA colabora con una selección de ONGS de campo en lugares seleccionados, realizando un seguimiento de los proyectos subvencionados. Un seguimiento que el consumidor final podrá seguir a través de su web, redes sociales y, en un futuro, con el código QR de las botellas. La botella está producida en la UE con el uso de un 100% de rPET (PET reciclado). Esto significa que no se requiere extraer nuevos recursos fósiles para su fabricación, sino que se otorga una segunda vida a materiales ya utilizados. El diseño de la botella además ha tenido en consideración la búsqueda de la eficiencia del cubicaje para optimizar el transporte. El resultado es un 20% más de producto por pallet tradicional.
Los fundadores han tenido la oportunidad de viajar y de conocer realidades muy distintas a las nuestras. Como nos comentan: “Creemos que un tipo de iniciativa como AUARA no surge de manera espontánea y desligada del entorno en el que vivimos, sino que somos parte de una sociedad que empieza a demandar este tipo de cosas y que es el caldo de cultivo perfecto. Una sociedad que vive inmersa en internet con todos sus pros y sus contras, y que con un clic sabe cómo viven las personas de todos los rincones del mundo y es mucho más consciente de lo que la rodea. Nos hemos enamorado de culturas diferentes y hemos empatizado con sus problemas y aprendido también a relativizar en algunos casos los nuestros, o por el contrario a identificar problemas que teníamos y que no veíamos.”
Los consumidores tendrán alguna forma de seguir los proyectos en los que invertirá AUARA. “Queremos que AUARA no sólo sea un agua transparente, sino una empresa social aún más transparente. A través de la web, los consumidores podrán conocer los proyectos con los que colaboran a través de AUARA, quiénes son nuestros socios locales, dónde se desarrollan estos proyectos, quienes viven allí y por qué los necesitan. Conocerán los costes de los proyectos, su estado de ejecución, y podrán seguir su impacto. Desde la propia botella, a través de un código QR, el cliente podrá saber con qué proyectos colabora con su botella.”
Manna Energy Foundation es una organización sin ánimo de lucro fundada para promover la utilización de energías renovables sostenibles. Esta startup, con sede en Houston, entre otros proyectos ha proporcionado sistemas de purificación de agua con energía solar en varias escuelas secundarias en Ruanda. Sus proyectos iniciales fueron para implementar agua potable para escuelas y orfanatos en Ruanda y, más tarde, a través de la creación de la empresa social de Manna Energy Limited, estas soluciones se ampliaron a Kenia, y se han traducido en el acceso al agua potable para más de 4,5 millones de personas en estas áreas en desarrollo de África.
Como otras organizaciones humanitarias se financia con recaudación de fondos a través de donaciones. Manna desarrolló el primer proyecto de Mecanismo de Desarrollo Limpio de las Naciones Unidas para el tratamiento de agua potable en los países en desarrollo y ha registrado el primer Gold Standard Carbon Water Program, uno de los mayores programas de tratamiento de agua con financiación privada de la historia, actualmente proporciona acceso al agua potable a más de 4,5 millones de personas en la provincia occidental de Kenia.
Manna Energy Foundation ha instalado ya cerca de 500 sistemas de agua con filtración ultravioleta (UV). El agua es forzada por la gravedad a través de un filtro de arena, se hace pasar bajo la luz ultravioleta originada con energía solar, que la descontamina. Descontaminar el agua con filtros elimina la necesidad de hervir el agua para desinfectarla, lo que reduce el número de árboles que se talan como combustible.
Manna Energy Foundation se ha comprometido a reducir la pobreza a través de la aplicación de tecnologías sostenibles para proporcionar agua limpia a través de modelos empresariales de innovación social, así como la mejora de la salud, la calidad de vida y la educación.
Otro de los proyectos innovadores en la industria del agua es el de la empresa navarra Lifeak, que lanzó al mercado Valiryo en 2014. Valiryo es un secador corporal que ha llegado para sustituir a las toallas. Valiryo cuenta con la última tecnología que logra un secado total y homogéneo de los pies a la cabeza en menos de 3 minutos. Permite ahorrar en el consumo de agua, cada uso de Valiryo en lugar de una toalla permite ahorrar 78 litros de agua.
Como nos comenta un responsable de la empresa: “Los 23 difusores de aire que se distribuyen por su patentada columna calientan el aire hasta 21ºC por encima de la temperatura ambiente. El tratamiento con calor permite una mayor relajación muscular y el secado con aire cálido consigue una piel mucho más suave. Valiryo, al sustituir a las toallas, permite reducir el impacto medioambiental derivado de su lavado y secado. Este beneficio es especialmente relevante en instalaciones donde la rotación de toallas es muy elevada, como los hoteles, donde las toallas se cambian diariamente prácticamente en su totalidad.
El beneficio se traduce también en un menor presupuesto dedicado a la gestión de lavandería. El ahorro que supone para un hotel utilizar Valiryo respecto a secar al huésped de la manera tradicional lavando y secando las toallas es del 93.57%. Se optimizan así los procesos al reducir el volumen de toallas a gestionar.
Según los datos facilitados por varios organismos, el proceso de dilución de los productos de limpieza implica la contaminación de 5 litros de agua adicionales por cada litro de agua empleado en el lavado. Según estos parámetros, la contaminación acuífera adicional generada por el lavado de una toalla sería de 65 litros, ya que por cada toalla se emplean 13 litros. En total, cada uso de Valiryo en lugar de una toalla es equivalente a ahorrar 78 litros de agua. Según datos de la organización Ecologistas en Acción, cada uso de Valiryo® en vez de una toalla sería equiparable a ahorrar el agua empleada en: 1 ducha, 8 cisternas o dejar el grifo abierto durante 6 minutos y medio.
H20 Challenge es un programa pionero creado con el objetivo de identificar y capacitar a los mejores proyectos empresariales con soluciones disruptivas, viables y sostenibles dentro de la industria del agua. Aguas de Valencia como partner principal quiere innovar más y para ello ha pensado que quiere invertir en startups y añadir a su estrategia nuevos modelos de negocio.
A través de un programa de aceleración diseñada por el IE Business School y Hub Madrid, H20 Challenge quiere ofrecer una experiencia de transformación que ayudará a los proyectos seleccionados a entender la situación actual del sector del agua, validar los modelos de negocio, mejorar su gestión con herramientas de ventas y financieros, y establecer un plan de acción estratégico para dar escalabilidad a nivel mundial, generando un impacto positivo en la sociedad. En H20 Challenge pretenden captar los proyectos, nuevas ideas, nuevas perspectivas que ayuden a abrir el mundo del agua. Aguas de Valencia se ha comprometido a ser “el inversor principal” si ven algún proyecto que les parezca interesante.
Desde que comenzó H2O Challenge, se han presentado proyectos de la India, Perú, Chile, Brasil, Estados Unidos, México, Panamá, Sudáfrica, Botsuana, Reino Unido, Austria, Holanda o España. De ellas, se han seleccionado 9 en función de su viabilidad económica, su innovación, el equipo y el valor que aportan al cliente o usuario final del producto y la solución que ofrecen. Los seleccionados en la última edición han sido Wavve, WHC, ionAg+, AllGreen Holding, Vivansa, Vitality Vector, 2M Panama, Waterloo y Osmo Systems.
Incom gestiona una innovadora máquina de reciclaje que convierte las botellas de agua en viajes de metro. Según publicó Ecoavant: “La red de metro de Pekín cuenta con máquinas que compensan con saldo en los abonos de transporte o los móviles a quienes depositan envases para su reciclado. En concreto, los viajeros reciben entre 5 y 10 céntimos de yuan, respectivamente, (alrededor de un céntimo de euro), por cada botella de plástico que introducen en la máquina (el precio del billete sencillo es de 25 yuanes), puesto que la máquina dispone de sensores que identifican el tamaño y calidad del envase y los abonan según diversas categorías. El crédito se puede destinar al transporte público o a adquirir tiempo de llamada para los teléfonos móviles.
“Las máquinas gestionadas por la empresa de reciclaje Incom, aplastan las botellas hasta que las reducen a un tercio de su tamaño original y después las clasifican según su tipo y color en un proceso que dura apenas unos 20 segundos, que es el tiempo que el usuario debe esperar antes de cobrar.
“Son tan fáciles de usar como un cajero automático”, afirma un portavoz de Incom, una compañía que procesa 50.000 toneladas de botellas de PET al año. Las máquinas del metro le sirven a Incom también para recaudar dinero en concepto de subsidios gubernamentales y por la venta de publicidad de las máquinas. Las autoridades esperan extender este sistema por toda la ciudad con una red de 3.000 máquinas que se ubicarán en escuelas, zonas residenciales, paradas de autobuses y centros comerciales.”
A modo de conclusión, creemos que estas iniciativas demuestran que es posible dar valor añadido a los negocios tradicionales, innovando y observando las tendencias y preferencias de los usuarios y consumidores. Tenemos la oportunidad de crear negocios sostenibles y responsables con el entorno, capaces de reducir su impacto y maximizar los beneficios.