Hasta hace pocos años era fácil ver apilados sacos de cemento en las obras de construcción. Los avances técnicos han tenido sus efectos también en este sector. Los sacos de cemento se han ido sustituyendo por silos, paneles, masillas, etc. La ciencia, y en concreto los avances tecnológicos, han aportado mejoras en muchos ámbitos, tanto en la construcción como en otros tan variados como la medicina, la automoción o la industria. En un mundo en progreso, lo más previsible es que los adelantos sean además con crecimientos exponenciales. En este panorama, algunas organizaciones inmersas en esta coyuntura de cambio e incertidumbre, han dejado de ser eficientes y competitivas.
La construcción, junto al turismo, es uno de los principales motores de la economía en nuestro país. Ha estado relacionada hasta hace poco con años de abundancia, crecimiento y también con la burbuja inmobiliaria. Después de lo que se vivió con la crisis del ladrillo, tal vez cuesta ver lo positivo que ha aportado el sector a la sociedad. Toda la investigación e innovación creada en las empresas y organizaciones, que se generó en esos años, ha sido uno de los aspectos más positivos con los que creo nos debemos quedar.
Innovar en el sector de la construcción tiene características muy particulares. Se necesita un presupuesto mayor. A veces es necesario disponer de una gran cantidad de capital para crear nuevos materiales o mejoras de los existentes. Según un estudio de la Universidad Politécnica de Valencia: “Las pequeñas y medianas empresas de construcción españolas priorizan la obtención de contratos y la producción sobre cualquier actividad de I+D.” “Estas compañías están muy concentradas en las actividades del día a día y no dedican tiempo a generar ideas creativas. Sus mejoras tecnológicas suelen ser fruto de la necesidad y tienen por objetivo resolver problemas puntuales a pie de obra. Esa innovación no se comunica ni difunde y acaba perdiéndose.”
Algunas de las nuevas tendencias que observamos en el sector son la industrialización, el uso intensivo de tecnología (robots, impresoras de gran tamaño, etc.) y la sostenibilidad. Aquí, explico algunos ejemplos de compañías que, con sus procesos, maquinaria o materiales, representan mejor esas tendencias.
4 tendencias del sector de la contrucción que destacamos:
Procesos industrializados, el caso de Compact Habitat
Los procesos industrializados permiten conseguir economías de escala, ahorro financiero y una mejora en la estructura de ingresos derivada de la reducción de plazos. La producción industrializada permite la estandarización de materiales, componentes, soluciones y procesos, su automatiza y simplifica la cadena de suministros.
Un ejemplo muy interesante de procesos industrializados es el Sistema eMii. El sistema eMii es una nueva metodología desarrollada por Compact Habitat para la fabricación de módulos tridimensionales de hormigón armado de hasta 75m². Compact Habitat fue creada en 2004 como iniciativa de la Constructora d’Aro. Como resultado de años de investigación, la experiencia de 40 años en el sector y la inquietud por superar las limitaciones de la construcción tradicional, supieron anticiparse a la necesidad de reformular las ideas de cómo construir.
El sistema eMii permite racionalizar y estandarizar procesos, tomando como referente la industria de la automoción. Para ello Han tenido que innovar en el proceso productivo, en el producto, la tecnología y en el modelo de negocio. El proceso productivo del sistema eMii reduce los plazos del sistema constructivo hasta un 70% en comparación con una obra convencional. Esto significa que en 5 meses se puede construir un edificio de 80 viviendas. Los módulos tridimensionales, después de seguir unos rigurosos controles de calidad, salen de fábrica con todo su equipamiento y sus instalaciones, para ser apilados y conectados.
El sistema eMii es el resultado del desarrollo y la innovación en la maquinaria. Gracias a un sistema innovador de uniones, los edificios construidos con este sistema pueden ser desmontados para reubicarlos en otro lugar. El sistema permite trabajar en mejores condiciones para la mano de obra, y someterse a controles de calidad muy rigurosos. También con este sistema se puede reducir un 35% la huella ecológica de un edificio.
Garnica Brick
Otra forma diferente de construcción industrializada es lo que ha creado Garnica Plywood. Garnica Brick es un producto de la empresa riojana Garnica Plywood y responde a la demanda de un sistema constructivo sostenible. Con este sistema, se pueden conseguir proyectos de consumo energético casi nulo “passivhaus”, con una gran durabilidad y ahorrando en tiempo y costes.
Existen varios modelos de paneles. El Garnica Brik SIP es un panel estructural aislante, formado por un tablero contrachapado, marítimo, con tratamiento durable y aislamiento térmico. El Garnica Brick Cover es un panel sándwich de cubierta, con una amplia gama de acabados decorativos; o el Garnica Brick Deco, panel sándwich autoportante con acabado decorativo.
Los paneles se pueden emplear en cubiertas, cerramientos, forjados o particiones internos. El sistema Garnica Brick puede emplearse en proyectos residenciales, locales públicos, rehabilitaciones, mobiliario, etc. Garnica Brick nace de plantaciones sostenibles, donde se aprovecha el 100% de los árboles. La generación de residuos y el impacto en obra se reducen al mínimo y gracias a sus propiedades térmicas, permite un ahorro energético muy importante. Sus propiedades mecánicas permiten diseños modulares de todo tipo, con una capacidad de carga muy alta y con gran estabilidad dimensional, no se hinchan ni se encogen con los cambios de temperatura o humedad.
El Restaurante Tondeluna es una muestra muy interesante de las aplicaciones con productos de Garnica. Paredes, techo, suelo, mobiliario, decoración… incluso la carta tiene como base la madera de chopo. Para la decoración de todo el local se han empleado maderas laminadas absolutamente sostenibles.
En la construcción se está observando un nuevo cambio de ciclo. Los nuevos hábitos de consumo y los fenómenos sociales que se están produciendo están afectando a un sector en constante evolución. Si se consiguen economías de escala, los precios de la vivienda pueden ser también más competitivos y, a la vez, más personas, sobre todo en países en desarrollo, podrán acceder a una vivienda. También será interesante ver cómo pueden afectar los cambios sociales, como, por ejemplo, un aumento en la disponibilidad de ocio, etc. Este podría ser el caso del interés cada vez mayor por viajar y como puede repercutir en plantearnos la adquisición de una vivienda tal y como ha sido hasta ahora. Para vislumbrar un futuro cercano, vamos a tener que hacernos algunas preguntas. ¿Cuáles van a ser nuestras prioridades? ¿Va a ser la vivienda nuestra primera opción? ¿Cómo pueden las motivaciones personales afectar al mundo de la construcción?
Robótica, el caso del robot Hadrian
Uno de los sectores importantes donde muchas de las tareas son pesadas, inseguras y monótonas es el del gremio de la construcción. Pensando en ello y también viendo la ventaja de reducir costes, las grandes marcas de maquinaria para la construcción también se están fijando en este segmento de mercado. Un ejemplo curioso es el del robot Hadrian, que coloca 1000 ladrillos por hora. Esta innovadora máquina diseñada y fabricada en Australia por Fastbrick Robotics puede construir una vivienda en tan solo 2 días, con una meticulosidad digna de mención. Se calcula que un equipo de varias personas dedicados a montar ladrillo tardaría al menos un mes en conseguirlo. Hadrian fue creado originalmente para ayudar a superar la escasez de mano de obra.
Según publico El Mundo, “su inventor, el australiano Mark Pivac, un ingeniero aeronáutico y mecánico, presume de la elevada carga de trabajo a la que puede ser sometido su ‘juguete’ y recuerda que: “un trabajo tan monótono como el de colocar ladrillos ya no despierta el interés de los jóvenes”. “Creado con programas de diseño asistido, el robot Hadrian se mueve, corta, y coloca ladrillos, usando un conjunto de algoritmos, unos sensores y un láser.”
El robot, que utiliza un sistema patentado, se sirve al cliente montado en un camión. El robot corta cada ladrillo y el sistema los desplaza mediante una cinta transportadora, donde se recubren con adhesivo y se colocan sin la necesidad de agua o mortero. Como informa el fabricante en su web, el uso del sistema robótico automatizado mejora enormemente el lugar de trabajo y produce un desperdicio mínimo. El diseño de la máquina permite la máxima movilidad y es capaz de trabajar con casi cualquier tamaño de bloque. El tiempo de construcción permite una mayor flexibilidad y ahorro de costes para los constructores y sus clientes.
El robot lleva diez años en desarrollo con una inversión de unos 7 millones de dólares. Puede reducir los residuos de las obras y ahorrar suficiente dinero, que podría ser una alternativa viable a la hora de construir viviendas de bajo costo, también para países en vías de desarrollo.
Otra máquina que puede trabajar de forma independiente es el robot de reciclaje Ero. Ero fue diseñado por Omer Haciomeroglu, del Instituto de diseño de Umea en Suecia, en colaboración con Atlas Copco. Sirve para desmontar estructuras de hormigón sin ningún tipo de residuo. Los materiales de construcción recuperados son reutilizados para nuevas obras de construcción. El robot Ero utiliza un chorro de agua para romper sobre la superficie de hormigón, separando residuos y dejando el material limpio. También recicla sistemáticamente a medida que avanza, permitiendo a las anteriores capas de hormigón ser reutilizadas inmediatamente.
Los robots actúan independientemente dentro de la obra y determinan la mejor ruta que van a ejecutar. Una vez que comienza a trabajar el robot, con agua a alta presión, succiona y separa la mezcla de áridos, cemento y agua. El robot Ero recibió el Premio Internacional Design Excellence 2013 (IDEA) y fue número uno en el Student Designs Category.
Sostenibilidad, el caso de BAU Passivhaus
Tal vez lo que les pudo alejar de la crisis a algunas grandes empresas de construcción fue el diversificarse en otros sectores de actividad. Con los medios que disponían apostaron más fácilmente por otras áreas de negocio, como la creación de divisiones en el sector del agua, limpieza o medioambiente. También unas cuantas pequeñas empresas comenzaron a innovar especializándose en segmentos concretos de mercado, con nuevos retos de calidad, de eficiencia y sostenibilidad.
Un edificio construido de manera sostenible reduce al mínimo el uso de las materias primas, la energía y el uso del suelo. La tendencia hacia edificios de bajo consumo significa que la energía consumida para producir y transportar los elementos empleados en la construcción y la demolición se hace más importante.
BAU Passivhaus es una empresa de construcción cuyos socios son profesionales con experiencia en construcción sostenible, y pioneros en España en la construcción de edificaciones pasivas según el estándar Passivhaus. Además de la construcción, redactan los proyectos, hacen formación, etc. Llevan en el mercado desde 2010, si bien el proyecto BAU se fue gestionando todavía antes, aportando soluciones innovadoras al sector, cuando por aquí ni tan siquiera sonaba el concepto. En BAU tienen vocación por la Bioconstruccion, utilizando en lo posible elementos y materiales naturales.
El estándar Passivhaus se trata de un concepto energético aplicable a cualquier estilo de diseño arquitectónico, cualquier estilo de construcción, cualquier material. El consumo energético se reduce a un mínimo gracias a la aplicación de medidas pasivas como son aislamiento, estanqueidad, recuperación del calor del aire, etc. Al tratarse de un estándar definido, la construcción obliga al cumplimiento de requisitos mínimos medibles.
En BAUS también organizan periódicamente visitas a sus obras ya ejecutadas o en ejecución para explicar de primera mano su metodología, organizan actividades y eventos para difundir el estándar Passivhaus y también colaboran en ferias y charlas con entidades tanto públicas como privadas.
Digitalización, el caso de EPC Tracker
Al sector de la construcción también han llegado innovadoras aplicaciones para móviles y tabletas. Un ejemplo muy interesante es EPC Tracker. Creada en Jerez por Mario Rondan y Jesús Cordero, EPC Tracker es una herramienta multiplataforma diseñada para la gestión de proyectos basados en la movilidad, de una forma eficiente y ordenada de las comunicaciones en proyectos de construcción y la industria. Las principales funcionalidades de EPC Tracker son la creación y gestión de proyectos, creación de organigramas por proyecto, creación y gestión de actividades y mensajería instantánea.
Con esta aplicación se pueden planificar y gestionar todos los procesos que intervienen en la construcción de proyectos complejos, desde la ingeniería a la logística y las compras, usando cualquier dispositivo y desde cualquier lugar. Entre los principales objetivos de la aplicación es la mejora de productividad, mejora de la trazabilidad y eliminación del correo electrónico.